Medir la capacidad de infiltración de agua y la forma en que las especies vegetales nativas se comportan en diversas condiciones, son algunos de los objetivos que persigue el proyecto Refugios Biourbanos, proyecto que se encuentra en una primera etapa de ejecución y acaba de vivir su primera jornada voluntaria de plantación de árboles, en los jardines experimentales de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM).

Durante los próximos días se realizará la misma actividad en la Universidad Central (UCEN) y a mediados de junio, en una segunda etapa, comenzará el monitoreo de la efectividad de las soluciones basadas en la naturaleza.

El proyecto fue seleccionado en el Concurso IDeA I+D 2023, de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), es desarrollado en conjunto por la UCEN y la UTEM, y cuenta con el apoyo estratégico del Fondo de Agua Santiago-Maipo y el respaldo de la Municipalidad de Santiago,

“Estamos muy contentos de que el proyecto Biorefugios Urbanos se desarrolle convocando a la acción voluntaria de la comunidad. Hoy debemos traer la naturaleza a la ciudad y promover soluciones de infraestructura verde, los que permitan la permeabilización el suelo y por ende la infiltración de agua en los acuíferos de Santiago, lo que a su vez es clave para la seguridad hídrica de la región”, señaló Cristina Huidobro, gerenta general del Fondo de Agua Santiago-Maipo 

¿Qué son los Biorefugios Urbanos?

Se trata de seis jardines experimentales -ubicados en dos espacios determinados de la UCEN y cuatro en la UTEM-, que permiten medir en un área controlada las diversas soluciones basadas en la naturaleza que se están desarrollando para la creación de ciudades resilientes al cambio climático.

Es así como al diseñar un modelo de refugio urbano para el clima y la biodiversidad de microescala, que permita la evaluación de efectividad en la reducción de la demanda hídrica, el incremento de la vegetación y los nutrientes del suelo y la generación de microclimas que mitiguen los efectos de olas de calor.

Además, se busca crear un Módulo de Refugio Climático que promueva la biodiversidad  en la ciudad, es decir, un espacio accesible que otorgue un descanso y alivio a la población durante los meses de mayor calor. El módulo incluye una estructura espacial inicial más un kit de soluciones adaptables para diversas condiciones de cantidad y calidad de agua.

Uno de los ejemplos que se están aplicando es el de los jardines “ataludados”; un modelo que aprovecha los desniveles y pendientes para generar pequeñas sombras, que permitan otras formas de vida y ayuden a redireccionar las aguas de lluvia, permitiendo un riego más eficiente de los jardines.

Como Fondo de Agua Santiago-Maipo apuntamos a un proyecto sólido y adaptable de Soluciones Basadas en la Naturaleza y Diseño Urbano Sensible al agua, que sirvan como refugio climático a una escala barrial, idealmente replicable en otros territorios y contextos.

Los jardines no solo significan una solución integral para el suministro de agua y el cuidado de la biodiversidad, serán también un lugar de aprendizaje y prueba para afrontar los desafíos climáticos de hoy y mañana.

Soluciones basadas en la naturaleza

Las soluciones basadas en la naturaleza se basan en la conservación, restauración y gestión sostenible de los ecosistemas naturales y su biodiversidad para proporcionar beneficios tanto a las personas como al medio ambiente.

En lugar de depender exclusivamente de infraestructuras artificiales, estas medidas buscan trabajar en armonía con los procesos naturales, aprovechando los servicios que los ecosistemas saludables ofrecen, tales como la restauración de humedales, la creación de corredores verdes urbanos y el uso de técnicas agrícolas que imitan los procesos naturales del suelo.